Mi vida es un continuo desorden, nada de lo que me rodea tiene sentido pero me gusta así, sin planes, sin esquemas, sin tareas, IMPREVISIBLE.
Ven yo te enseño, conozco un lugar donde se disfruta de la vida, se vive del presente y el pasado se tira en botellas de cristal con un tapón de corcho al mar.
No hay lugar para decepciones y cada momento se vive como si fuera el ultimo. Donde la tristeza se paga con la cárcel y la belleza no es un pecado capital.
Y es que en este lugar no hay planes que desbanquen emociones, ni circunstancias que vuelquen al optimismo, el destino es quien gobierna este lugar.
Se trata de pura adrenalina, montañas rusas de pasión. Y es que hay cosas por las que darías la vuelta al mundo.
Vale llámame soñadora porque lo soy. Pero prefiero este mundo, un mundo donde aunque no esté a la orden del día, se sigue viendo el vaso medio lleno.
